domingo, 28 de noviembre de 2010

No se puede comprar la montaña

Acabo de leer la última entrada del blog de Xavier, un hermoso ser que camina en estos momentos por los Himalayas... a través de sus palabras, casi puedo tocar la belleza de esas cumbres, el frío del aire, la blancura de la nieve, pero sobre todo, la profundidad de la experiencia. Dice, textualmente "No podemos comprar la montaña. No podemos llegar, cegados por la arrogancia y creer que pasear por la cima del mundo es como cualquier otra visita turistica".Tienes toda la razón: no se puede comprar la montaña. En realidad, nada de lo que realmente merece la pena se puede comprar: el amor, la amistad, el tiempo, una puesta de sol hermosa el día que nos sentamos en una terraza a descansar, que una flor se abra en el preciso momento que la miramos, la sonrisa de un bebé, que una mariposa se pose sobre tu frente,  la posibilidad de estar vivos...La vida sigue siendo un milagro que celebrar a cada instante. Te espero, Xavier,  con muchas ganas de ver en tu mirada todo lo que has aprendido. Bendiciones

martes, 23 de noviembre de 2010

Sonrisas

Iba en el metro esta tarde. Estaba bastante lleno, y me quedé de pie, junto a la puerta, agarrada a la barra que evita que pierdas el equilibrio... Un poco más allá, en la siguiente puerta, había un muchacho con síndrome de Down. Iba con unos auriculares escuchando música. No me habría fijado en él si no llega a ser porque en un momento determinado se pone a cantar a los gritos. Todos le miramos, y cada uno siguió con su cara seria, el ceño fruncido, como es habitual que viaje la gente en el metro de Barcelona (excepto los extranjeros que hacen turismo y que nos suelen regalar sonrisas). Se puso a cantar y nadie se atrevió a sostener la mirada más de 5 segundos. Pero a su lado había un señor que sonrió, y yo sonreí a la vez que él, sorprendida por la espontaneidad del canto. A mí también me ha pasado eso de emocionarme escuchando una canción que solo oigo yo por mis auriculares, y ponerme a cantar a todo volumen sin darme cuenta de cuánto desafino... Bueno, aunque la situación era graciosa,seguro que nadie se atrevía a reír  porque el muchacho tiene síndrome de Down. El caso es que el otro señor y yo seguimos sonriendo,  y en algún momento, el muchacho se dio cuenta. Entonces se puso a cantar todavía más fuerte, más seguido, incluso empezó a hacer una tímida coreografía... la gente miraba pero desviaba los ojos en seguida, y yo cada vez tenía una sonrisa más grande en la cara... Finalmente, el muchacho cruzó los 5 metros que nos separaban y se puso a mi lado a cantar, haciendo una coreografía de lo más divertida. No pude evitarlo y me eché a reír a carcajada. Era tal la espontaneidad, tal la cara de felicidad de ese muchacho, era tanto lo que estaba él disfrutando en ese momento "de gloria", que, sin pensarlo dos veces, me eché a reír, esbozando yo también un tímido movimiento de caderas. Y cuanto más reía yo, más se animaba él. Terminó haciendo una coreografía espectacular, tanto, que por un momento se olvidaron de los pre-juicios, y todo el vagón se echó a reír. Había triunfado la alegría, la espontaneidad. Justo después de la carcajada general, el muchacho se bajó del vagón. Bajó bailando, moviendo sus caderas (y debo confesar que muy bien!!!), como una gran estrella saliendo del escenario. Y el vagón quedo sonriendo.
Desde estas líneas le agradezco el buen rato que me ha hecho pasar, y el recuerdo de su baile que ha quedado grabado en mi retina y en mi corazón.
No hace falta cantar bien para animarse a cantar.
Solo hay que atreverse a expresar lo que cada uno de nosotros somos.
Porque si no lo hacemos, faltarán muchas sonrisas en este mundo.

CHARLA-COLOQUIO ORGONITAS- ARTESANÍA BIOENERGÉTICA

Hoy me gustaría invitaros a participar en la charla coloquio que voy  a hacer el próximo martes día 30 de noviembre en la librería ARUNACHALA, en Barcelona.



lunes, 15 de noviembre de 2010

Sobre el cáncer y otras enfermedades.

Hoy recibí un correo sorprendente. Su título dice: "el cáncer es un hongo y se puede curar". Empecé a leer el texto, más bien con una sonrisa por la ingenuidad del título, y sin demasiadas expectativas, porque a estas alturas estamos un poco cansados de pseudo-ciencia.

Discúlpenme, el cáncer no es un hongo. La información que contiene el correo puede ser cierta, si bien considero que es parcial. En este momento no me interesa tanto el contenido como la forma en la que se expone. Hacemos afirmaciones "gratuitas" que por un lado permiten salir de la cuadratura mental en la que nos encontramos y nos proponen el desafío de pensar algo distinto. El problema es cuando la información que se ofrece carece de base, o como mínimo, se expresa como si careciera de ella. Porque entonces caemos en la tentación de desprestigiar todo lo que leemos. Y tal vez tendrían razón.

No se puede afirmar que "el cáncer es un hongo". Primero porque un hongo es un microorganismo, y el cáncer está formado por nuestras propias células, no por otras. Otra cosa muy diferentes es que cuando uno tiene alguna enfermedad grave, suelen aparecer bacterias y parásitos en el lugar, los que llamamos "oportunistas". Pero no podemos confundir causas con consecuencias. El cuerpo es maravillosamente sabio, y está perfectamente diseñado para la salud. Aun cuando lo sometemos a toxicidades extremas (con la alimentación, el aire contaminado que respiramos, el agua tóxica que bebemos, los millares de radiaciones electromagnéticas que nos atraviesan, los cientos de miles de pensamientos destructivos que captamos con nuestra mente....), a pesar de todo ello, el cuerpo sigue encontrando mecanismos para seguir adelante. La enfermedad no es un enemigo a batir. El cáncer tampoco lo es. Cualquier enfermedad es la respuesta de nuestro cuerpo ante una realidad que se ha vuelto demasiado hostil ,es la manera de avisarnos y de decir: "eh, presta atención a tu vida, que por este camino no vamos bien". Pero nosotros, en lugar de tomar las riendas de nuestra vida, le damos el poder a otra persona ,que a través de unas pruebas químicas encontrará síntomas que tratar, sin --probablemente-- poder solucionar el verdadero conflicto.
La aparición de los antibióticos, si bien permiten salvar muchas vidas en condiciones extremas, supuso un cambio de rumbo del tratamiento de la enfermedad. Con ellos ya tenemos a quién echarle la culpa de las cosas: a los otros. A los virus, a las bacterias, a los parásitos. Sin tener en cuenta que están con nosotros siempre, "en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza". Ellos no son la causa, son solo un síntoma más. Si nuestro cuerpo está equilibrado, las bacterias "buenas" mantendrían a raya  a las "malas", y el sistema inmunológico sería el comandante en jefe del cuerpo.

El cáncer, como cualquier enfermedad, se puede describir desde muchos puntos de vista. Todos válidos. Todos incompletos. Ahí van unos pocos:
- según Hamer, el cáncer es la respuesta del cuerpo a un conflicto emocional que ha resultado traumático, y que se ha vivido en soledad. Ello provoca una respuesta curativa en el cuerpo, que se manifiesta a través de un tumor. Curando el trauma, el cáncer se solucionaría.
- según Simoncini, el cáncer está causado por la acidificación del medio, en el cual prosperan microorganismos como la cándida. Aplicando bicarbonato sódico (como alcalinizante), se solucionaría.
- para Goiz, para que haya cáncer  tiene que haber un parásito, en este caso, el bacilo que provoca la lepra. Con el uso de imanes, se solucionaría.
- para Rife, el cáncer es una pérdida de la frecuencia propia de resonancia de las células. Poniéndole las frecuencias acústicas apropiadas, se solucionaría
- para Lakhovsky, el cáncer es también una pérdida de la frecuencia propia de las células. con una adecuada antena de radiofrecuencia- campos escalares,  sin necesidad de apuntar a una frecuencia concreta (porque la célula es sabia y sabe escoger la que necesita) se solucionaría
- Para Hulda Clark, el cáncer es causado por un parásito (fascilopsis Buskii) junto a algunos tóxicos (básicamente alcohol isopropílico). Desintoxicando el cuerpo y matando los parásitos con un zapper, se solucionaría.
- para  Antonio Brú, la clave está en los neutrófilos (células del sistema inmunológico), capaces de encapsular y acabar matando el tumor. Aplicando "factores estimulantes de colonia" se solucionaría.
- para los terapeutas de Anatheóresis, al enfermedad es una desarmonía causada por la división del cerebro en dos hemisferios, y el hecho de que no seamos capaces de integrarlos. El origen de todas las enfermedades están en traumas vividos en la vida intrauterina y los primero años de vida. Propone técnicas regresivas para solucionarlo.
- otros autores como el Dr Seignalet afirman que la causa está en la alimentación y el "ensuciamiento celular" que produce. Cambiando la alimentación, se solucionaría.
- otros autores postulan que con una adecuada limpieza de riñón e hígado, se puede superar el cáncer.
- para algunos investigadores, el cáncer es una mutación genética de las células para poder sobrevivir. en este caso no proponen ninguna solución
- algunos productos que se consideran anticancerígenos son la seta shiitake, el champiñón del sol, los espárragos, la col, la coliflor, el brócoli, el repollo, las coles de bruselas, la mandioca, el ajo y la cebolla, la soja, el azafrán, la manzana, el zumo de granada, el té, la vitamina C, el aceite de oliva,
- para la comunidad médica mayoritaria, el cáncer es un enemigo a batir, unas células que se han vuelto locas y se reproducen a toda velocidad, dispersándose también por el organismo y provocando sucesivas metástasis. lo mejor es extirpar, quemar e intoxicar.

Después de esta lista (y es breve en comparación lo que se puede llegar a encontrar), nos damos cuenta de que cada uno da su propia explicación, en función de su conocimiento, su bagaje intelectual y su propio sistema de creencias. A pesar de todo el conocimiento que ya tenemos sobre la salud y la enfermedad, seguimos teniendo unas tasas altísimas de cáncer, así como de alergias, enfermedades autoinmunes y, sobre todo, de enfermedades de "etiología desconocida" (es decir, de "no tengo ni idea de dónde viene")

Cada uno es libre de escoger las soluciones que desee, o que pueda. Lo que no podemos decir ya es "qué mala suerte, estoy dentro del % de la población que ha desarrollado esta enfermedad". Porque lo que se dice suerte... de eso no se trata.

jueves, 4 de noviembre de 2010

ORGONITAS - GENERADORAS DE BIENESTAR


Hace ya unos 6 años que la primera orgonita llegó a mi vida. Fue un regalo y, honestamente, me pareció bien fea (de hecho sigue pareciéndomelo, con perdón) Ahora las fabrico, las vendo y, sobre todo, las uso. Las fabrico porque me permiten expresar mi creatividad, las vendo porque  no todo el mundo quiere o puede exponerse a sustancias tóxicas, o invertir el tiempo para hacerlas. Pero sobre todo las uso, porque funcionan. Si has hecho una búsqueda en la red sobre “orgonita” u “orgonita”, habrás observado que hay miles de entradas. En la web educate-yourself.org explican muchísimas cosas sobre ellas, incluido cómo fabricarlas, también venden… Y casi todas las webs explican lo mismo (lo mismo que explico yo en la mía): las orgonitas están formadas por viruta metálica (inorgánica) junto a resina de poliéster (orgánica). Ambas tienen comportamientos diferentes, y el resultado es una especie de “fricción” que hace que la energía de alguna manera se limpie. En palabras más reich-ianas, el DOR se transforma en OR.

Llevo varios años intentando saber por qué funcionan. Lo cierto es que he estado intentando investigar mucho sobre qué hay detrás de las orgonitas. Evidentemente no hay iones negativos (aunque el efecto es bastante similar en cuanto a la sensación de bienestar). Tampoco he podido acabar de entender –desde mi mentalidad científica --  ese movimiento de fricción. Estudié a Reich (el “primero” en bautizar la energía orgón), estudié también la teoría de vórtices de Meyle, estudié mucho, investigué, hice pruebas, seguí protocolos científicos… pero honestamente no puedo decir que sé cómo y por qué funcionan. Lo único que puedo transmitir con seguridad es que generan muchos beneficios. Puedo contar cómo el ambiente en la oficina (o en la casa) se vuelve mucho más agradable, cómo muchas personas aseguran dormir mejor, cómo las plantas crecen más fuertes, cómo cambian el sabor del agua… Incluso cómo dolores desaparecen cuando pones un talismán encima, cómo llevar una colgada genera una sensación de “globito”, de atmósfera protectora, como la imagen Kirlian del campo energético muestra mejoras drásticas al tener uno cerca… Podría contar cientos de casos en los que las personas me han manifestado grandes (o pequeñas) mejorías en diferentes aspectos de su vida.
Además, las orgonitas me permiten una cosa que ya he comentado al principio: me permiten crear. La energía orgón, por definición, es una energía de creación, de creación a través del gozo. Hay quien la llama la “energía del punto cero”, “energía de la creación”, “energía del vacío”… orgón, prana, chi…bueno, estamos en una época en la que la creatividad en el lenguaje también es muy grande… Puedo dar una explicación teórica estupenda sobre lo que esas energías significan (para eso sirven los estudios), pero eso no me acerca más a entender por qué funcionan. Y además estoy cansada de la pseudo-ciencia que está tan de moda últimamente, en la que parece que se trata de utilizar expresiones lo más largas posibles, lo más complicadas posible, con un montón de palabras que por separado tendrían sentido, pero que al juntarlas lo pierden completamente, pero eso sí, suenan muy científico. No pondré ejemplos porque no quiero criticar el trabajo de nadie, que al final todos hacemos lo que podemos, pero tampoco entraré en el juego de hacer ese tipo de explicaciones. Así que ahora mis investigaciones sobre cómo funcionan pasaron a segundo plano, ya no me preocupo tanto por intentar encontrar su “secreto”, y me sitúo con respeto y con amor ante algo que sé que es capaz de modificar las energías del entorno, (las mías y las de las personas que las comprarán o se las regalarán), algo que es capaz de “memorizar” intenciones, y de ayudarnos en un montón de ámbitos. Pero también ante algo que va a ser un fiel reflejo de su creador. O al menos eso pienso yo.  Por eso me parece tan importante ser muy cuidadosa en la fabricación. No tanto en los aspectos técnicos (salvo los de seguridad personal), sino en cómo yo estoy el día que voy a fabricar. Necesito estar tranquila, en paz, positiva, ilusionada, quiero estar con la mente y el corazón puros, disponibles para dejar que mi ser exprese toda la belleza, la creatividad, la esperanza, la bondad, la abundancia, la protección, el amor, la dulzura,  todo lo hermoso que hay en la vida, que todo ello quede plasmado en cada pieza.  Luego, si tengo la oportunidad de saber a quién va dirigida la pieza, la programo especialmente con radiónica para aquellos objetivos o necesidades que la persona pueda requerir… para que esa pieza realmente sea una bendición en la vida de esa persona. Y ¿sabes? me hace feliz hacerlo.
En fin, las orgonitas son grandes generadores de bienestar,tanto para el que la recibe como para el que la fabrica ;)


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martes, 2 de noviembre de 2010

MMS

Sí, ya lo sé. Está prohibida su venta. Y su fabricación. Y también la incitación a su consumo. Y por tanto, cualquier recomendación. Pero no lo está la circulación de la información.
El MMS tiene un nombre singular: "Suplemento Mineral Milagroso". ¿Milagroso? Bueno, milagroso porque puede curar cosas que la medicina alopática no puede. Y porque lo hace en menos tiempo. Y sin efectos secundarios...