domingo, 28 de noviembre de 2010

No se puede comprar la montaña

Acabo de leer la última entrada del blog de Xavier, un hermoso ser que camina en estos momentos por los Himalayas... a través de sus palabras, casi puedo tocar la belleza de esas cumbres, el frío del aire, la blancura de la nieve, pero sobre todo, la profundidad de la experiencia. Dice, textualmente "No podemos comprar la montaña. No podemos llegar, cegados por la arrogancia y creer que pasear por la cima del mundo es como cualquier otra visita turistica".Tienes toda la razón: no se puede comprar la montaña. En realidad, nada de lo que realmente merece la pena se puede comprar: el amor, la amistad, el tiempo, una puesta de sol hermosa el día que nos sentamos en una terraza a descansar, que una flor se abra en el preciso momento que la miramos, la sonrisa de un bebé, que una mariposa se pose sobre tu frente,  la posibilidad de estar vivos...La vida sigue siendo un milagro que celebrar a cada instante. Te espero, Xavier,  con muchas ganas de ver en tu mirada todo lo que has aprendido. Bendiciones

2 comentarios:

  1. Tristemente hay gente que solo sabe valorar las cosas si paga mucho dinero por ellas. Además, están convencidos de que todo tiene un precio.
    A veces no sabemos conformarnos con lo que tenemos. Pensamos que no podemos ser felices con nuestra situación personal actual, y llegamos a menospreciar la propia vida. Pero la vida es maravillosa, ¿quien no querría vivirla?.

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  2. ana maría vargas franco3 de diciembre de 2010, 5:19

    ¿Qué significa guay? Quería encontrar una reacción más alegre ante esta maravilla de texto que simplemente "interesante" pero no supe qué era guay.
    Anita, gracias, hace 5 min. estaba esculcando en mis papeles por unas palabras sanadoras, de esas que ya no escucho de tu voz y de tus ojos, y justo llegó tu link. Bella!

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